La música es una poderosa forma de arte y tiene múltiples beneficios para la salud. Aunque se le atribuya más mérito por inspirar a la gente a bailar, también ofrece una manera sencilla de mejorar la higiene al dormir. Mejorando la capacidad para conciliar el sueño rápidamente y sentirse más descansado.
La música puede ayudar a relajarte y tranquilizarte. Gracias a las aplicaciones de streaming y a los altavoces portátiles, es más fácil que nunca aprovechar su poder allá donde vayas. Dada su accesibilidad, quizás sea un buen momento que la aproveches. Es por eso que te comento sobre la influencia de la música para dormir bien.
¿Por qué la música ayuda para dormir bien?
Por experiencia, los padres saben que las canciones de cuna y los ritmos suaves ayudan a los bebés a conciliar el sueño. La ciencia respalda esta observación común. Ya que demuestra que niños de todas las edades, desde bebés prematuros hasta niños de primaria, duermen mejor después de escuchar melodías relajantes.
Afortunadamente, los niños no son los únicos que pueden beneficiarse de los arrullos antes de dormir. Las personas de todos los grupos de edad afirman dormir mejor después de escuchar música relajante.
Utilizar música también puede reducir el tiempo que se tarda en conciliar el sueño. Además de favorecer un sueño más rápido y mejorar la calidad del mismo, poner música antes de irse a la cama puede mejorar la eficiencia del sueño. Esto significa que se pasa más tiempo dormido. Una mayor eficiencia del sueño equivale a un descanso más constante y menos vigilia durante la noche.
¿Cuál es el mejor tipo de música para dormir bien?
Es natural preguntarse cuál es el mejor tipo de música para dormir. Los investigadores han estudiado diversos géneros y listas de reproducción, y no existe un consenso claro sobre cuál es la música óptima para dormir. Lo que sí se sabe es que, por lo general, se han utilizado listas de reproducción propias o diseñadas específicamente para dormir.
Uno de los factores más significativos en el modo en que la música afecta al cuerpo de una persona son sus propias preferencias musicales. Las listas de reproducción personalizadas eficaces pueden incluir canciones relajantes o que hayan ayudado a conciliar el sueño en el pasado.
Al diseñar una lista de reproducción, un factor a tener en cuenta es el tempo. El tempo, o velocidad, a la que se reproduce la música se mide a menudo en la cantidad de pulsaciones por minuto (BPM). Lo recomendable, son canciones de entre 60 y 80 BPM. Dado que la frecuencia cardiaca normal en reposo oscila entre 60 y 100 BPM.
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